lunes, 19 de septiembre de 2016

Cine(2): Kumaré



"Kumaré", por Juan Manuel Otero Barrigón

El ser humano tiene arraigada en su naturaleza la necesidad de formar sistemas de creencias y buscar un poder superior que gobierne la realidad –que llene el vacío del caos. Esta tendencia evolutiva –que incluso podría ser parte de nuestra arquitectura biológica, como sugiere la neuroteología– puede ser también usada, tal como venimos sugiriendo en este blog, como una forma de explotación y abuso emocional. Por otro lado, sabido es que muchos presuntos “líderes religiosos” también son hábiles políticos que tienen conciencia de las inseguridades de sus seguidores o que son capaces de alimentar su propia imagen o hasta hipertrofiarla apelando más a hábiles estrategias marketing que a revelaciones místicas.

El caso de Vikram Gandhi es un excelente ejemplo de esta conciencia de la experiencia religiosa como mercancía pasible de venta, especialmente si se tiene una idea en la que creemos. Gandhi es el autor del falso documental Kumaré, en el cual él mismo protagoniza el proceso de convertirse en un gurú espiritual de la India y reunir a un grupo de seguidores. Gandhi nació en Nueva Jersey, en una familia de inmigrantes en la que se practicaba el hinduismo. Crecer en medio de los dioses de los Vedas a la vez que estaba expuesto a la cultura pop estadounidense, lo llevó a cuestionar su propia educación y las creencias de sus padres. “La religión de la India está llena de historias, lo que me hizo compararla con los cómics y las historias de superhéroes que veía; eran para mí dos formas mitológicas similares”, afirma.

Sorprendido por el boom de la industria del yoga, que supera los 5 mil millones de dólares anuales sólo en Estados Unidos, Gandhi planeó hacer un documental sobre los maestros espirituales y el yoga. En el proceso conoció a numerosos maestros occidentalizados y viajó a la India, donde entabló contacto con otros supuestos maestros espirituales. Su experiencia le hizo descubrir que lo único que realmente define a un líder espiritual es que otra persona cree que él tiene todas las respuestas. Por otro lado, las experiencias religiosas tienen la particular naturaleza de ser inefables, por lo que difícilmente pueden ser mensuradas. Esto le dio la idea de crear un personaje, Kumaré, y penetrar en el mundo del yoga en Estados Unidos como un maestro espiritual y probar que una religión falsa tiene los mismos efectos como una religión verdadera.

Gandhi, bajo la figura de Kumaré, empezó a dar clases de yoga en Phoenix, uno de los centros del new age, y su éxito logró congregar a una serie de seguidores que lo percibían como un poderoso maestro espiritual. Se ganó la confianza de un grupo de personas ávidas de transformarse y experimentar lo numinoso. Para poder dar verosimilitud a su personaje diseñó un sitio web, utilizó el acento hindi de su abuela, se tomó fotos con viejos gurús de la India, adoptó un disfraz (la vestidura naranja y un tridente) y aglutinó todo bajo la idea fundamental de que el gurú es como un espejo: “Todo es un reflejo de lo que queremos ver en nosotros”. Así, Kumaré se posicionó mezclando técnicas de marketing con su experiencia mimetizando gurús, lugares comunes (como la reiteración de una luz azul o de “sentir la energía”), sinsentidos y mantras sonoramente plausibles.

La religión falsa funcionó especialmente bien porque en vez de decirles a sus alumnos que su religión era falsa y la suya verdadera les dijo que todas eran una ilusión pero que ellos tenían el poder, que podrían crear su propia historia.

Trailer de "Kumaré"

Al final, el documental narra una experiencia de transformación, una metanoia. Esto es parte del arco dramático de toda buena historia –la necesidad de que nos conmueva. Kumaré, el falso gurú, hizo que varios de sus alumnos –y él mismo– tuvieran una experiencia de transformación y se dieran cuenta que el poder y la verdad que buscan están dentro de ellos. Pero no agregaremos nada más para no arruinar la sorpresa; el documental está disponible para mirar en la Web, y funciona como una buena herramienta pedagógica para entender mejor la naturaleza humana, y los peligros que en algunos casos puede acarrear una sincera búsqueda espiritual.

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