martes, 18 de febrero de 2020

Sobre la "folie à deux"


Por Juan Manuel Otero Barrigón // Algunas palabras sobre un trastorno psiquiátrico poco común, pero aún así con antecedentes en ciertos contextos "religiosos", pseudomísticos y/o "espirituales".  Nos referimos a la folie à deux, o trastorno psicótico compartido. Se trata de un raro cuadro, cuya premisa básica consiste en que la psicosis es trasmitida de una persona a otra, compartiendo ambas una misma sintomatología delirante. Por lo general, el paciente con el trastorno original es una persona dominante o de influencia en su entorno social. Es partiendo de esta posición de relevancia desde donde impone o "contagia" su delirio a otro, u otros, individuos más sumisos. Así, la persona dominante desarrolla un delirio o psicosis que impone posteriormente a otra persona. Identificar a la persona con el trastorno primario suele ser importante para tratar este cuadro. Esto se debe a que una vez que ambas personas son separadas, es más fácil que el paciente con el trastorno secundario abandone los delirios. Habitualmente, los pacientes con este trastorno tienen una relación estrecha entre sí, además de padecer un cierto aislamiento social. Por tal razón, es frecuente encontrarlo en hermanos, matrimonios, padres e hijos, amigos íntimos, etc. También se planteó la influencia de factores ambientales, como por ejemplo, vivir una situación estresante.  Generalmente el individuo primario suele estar crónicamente enfermo, con patologías como la esquizofrenia, trastornos del estado de ánimo, trastorno delirante, etc. Un diagnóstico en esta línea se propuso en el caso Heaven´s Gate, por psiquiatras que como Marc Galanter, postularon la existencia de una psicosis compartida entre Marshall Applewhite y su compañera Bonnie Lu Neetles. En el ámbito local, el caso de las Hermanas Vázquez, que el mes próximo estará cumpliendo veinte años, también fue abordado por los peritos bajo esta misma hipótesis. 

lunes, 10 de febrero de 2020

Sobre ilusión y discernimiento en la búsqueda espiritual


Por Juan Manuel Otero Barrigón // En su novela “El señor de la luz”, Roger Zelazny hace decir a uno de sus personajes: “Cuando no tenemos esperanzas verdaderas, hay que acuñar esperanzas falsas. La moneda falsa a veces circula bien”. Tanto o más que ayer, hay mucha moneda falsa en el guruísmo contemporáneo. El asunto es que las generalizaciones no suelen ayudar. Es por eso que es en nuestra habilidad para discernir y diferenciar, donde se juega la apreciación más sólida, la autonomía madura de criterio, y el pensamiento crítico necesarios para no caer bajo el hechizo de los mercaderes de ilusiones en el supermercado espiritual.