miércoles, 23 de noviembre de 2016

Estrategias de violencia psicológica



Las estrategias de violencia psicológica y su aplicación en los ámbitos de la pareja, del trabajo y de los grupos manipulativos, por Álvaro Rodríguez-Carballeira (1), Carmen Almendros (2), Jordi Escartín (1), Clara Porrúa (1) ,Javier Martín-Peña (1), Fecerico Javaloy (1), José Antonio Carrobles (2)

Universidad de Barcelona (1), Universidad Autónoma de Madrid (2)

Tras una revisión del campo de la violencia o abuso psicológico, se analiza su aplicación en tres ámbitos distintos, con objeto de estudiar las similitudes y diferencias existentes entre ellos. En concreto, se estudia el abuso psicológico aplicado en grupos manipulativos como algunas sectas, el aplicado en la violencia de pareja y el aplicado en el contexto laboral (mobbing). A través de un amplio análisis de las investigaciones realizadas y de las escalas de medida construidas sobre el tema, se proponen tres nuevas clasificaciones de estrategias de abuso psicológico, una para cada ámbito. La comparación entre ellas muestra un importante paralelismo, especialmente entre las utilizadas para el sometimiento de un adepto al grupo y las utilizadas para el sometimiento del cónyuge o pareja.

El estudio de la agresión y la violencia es uno de los grandes clásicos de la investigación en psicología y en las ciencias sociales en general. Sin embargo, ha sido en las dos últimas décadas cuando se ha producido un incremento notable de la investigación científica sobre la agresión de carácter psicológico. Algunos ejemplos de la relevancia social de las conductas de agresión o abuso psicológico podemos hallarlos en el ámbito de la violencia de pareja, en el de la violencia en el lugar de trabajo (mobbing), en el de la violencia entre escolares (bullying) o en el de grupos de manipulación y coacción, como las llamadas sectas coercitivas.

En general, las investigaciones realizadas sobre agresión o abuso psicológico se circunscriben a uno de esos ámbitos específicos de aplicación. El estudio aquí presentado analiza el abuso psicológico como un fenómeno con entidad propia, que muestra elementos comunes en los distintos ámbitos de aplicación, a la vez que elementos diferenciales para cada uno de ellos.

La poca relevancia que el estudio de la agresión de tipo psicológico ha tenido en el ámbito científico, hace que asistamos todavía a una cierta inmadurez o confusión conceptual. Mientras la agresión física parece más fácilmente delimitable, la de tipo psicológico plantea problemas en su alcance, centrados básicamente en si, además de las conductas que parecen más obvias, como la amenaza o la humillación, abarca o no otras más sutiles (Marshall, 1999), como pueden ser la manipulación de la información o la desconsideración de las emociones de la otra persona.

Esa dificultad para precisar los límites de la agresión no-física es, quizá, la que más impide lograr una definición consensuada de la misma, y también la que más contribuye a la dispersión de términos para denominarla. Así nos encontramos que diferentes autores han utilizado, con un significado muy similar, expresiones como: abuso psicológico, agresión psicológica, violencia psicológica, maltrato psicológico, maltrato emocional, abuso emocional, abuso no-físico, abuso indirecto, abuso verbal, abuso mental, tortura mental, manipulación psicológica o acoso moral.

En lo que coinciden muchos investigadores es en que el abuso psicológico suele ser tan dañino como el físico o el sexual (Egeland y Erickson, 1987; O’Leary, 1999). Otras investigaciones apuntan que las consecuencias adversas que provoca este tipo de violencia en la salud del que la sufre, se manifiestan incluso antes de la aparición del maltrato físico (Follingstad, Rutledge, Berg, Hause, Polek, 1990) y con un impacto psicológico igual o mayor al provocado por las agresiones físicas (Henning y Klesges, 2003; Marshall, 1992; Sackett y Saunders, 1999; Street y Arias, 2001).

Algunos investigadores hallaron que la mayoría de víctimas estudiadas juzgaron la humillación, la ridiculización y los ataques verbales como más desagradables que la violencia física experimentada (Walker, 1979; Follingstad et al., 1990), lo que también se recoge así en un informe de la OMS (1998) que indica que el peor aspecto de los malos tratos no es la violencia misma, sino la "tortura mental" y el "vivir con miedo y aterrorizados".

La utilización de las estrategias de abuso psicológico es susceptible de producirse, en alguna medida, en cualquier relación de interacción continuada entre dos o más personas. Una variable que facilita el abuso y está a menudo presente, proviene del hecho de que la parte abusadora tenga a priori alguna capacidad de poder y control sobre la otra parte.

Este trabajo centra su análisis en tres tipos posibles de relaciones de abuso: las que pueden producirse en grupos manipulativos, como las sectas coercitivas respecto a un miembro o adepto; las que pueden darse en una relación desigual de pareja, habitualmente del hombre hacia la mujer; y las que pueden darse hacia un trabajador en el lugar de trabajo, habitualmente por parte de alguien de superior estatus. Sin embargo, la aplicación del abuso psicológico puede abarcar otros tipos de relaciones diádicas como maestro-discípulo o terapeuta-paciente, pasando por las posibles dinámicas totalitarias de algunas de las llamadas "instituciones totales" (Goffman, 1961), hasta formas más genéricas de utilización, como ocurre con las estrategias de "guerra psicológica" o bajo el control y el intervencionismo de un sistema de gobierno dictatorial.

El objetivo de este estudio es analizar los tres ámbitos de abuso psicológico (en grupos, en pareja y en el trabajo) de forma específica pero a la vez de manera simultánea y desde una perspectiva común del abuso para la dominación del otro, bien sea para buscar su sometimiento o bien su exclusión. Esa perspectiva nos permitirá así señalar con más nitidez la parte común y la diferente en las estrategias de abuso psicológico en los distintos ámbitos.

El objetivo concreto es, pues, el de obtener una nueva categorización de las estrategias de abuso psicológico utilizadas en cada uno de los tres ámbitos citados, desde un enfoque psicosocial similar al ya utilizado con anterioridad respecto a grupos manipulativos o sectas (Rodríguez-Carballeira, 1992). Este enfoque permite hacer una clasificación de estrategias de abuso suficientemente inclusiva, comprendiendo tanto las evidentes, como las más sutiles.

Para llegar a esta clasificación se procedió a un amplio análisis de las investigaciones sobre el tema, especialmente de las categorizaciones de abuso psicológico y de los instrumentos de medida existentes al respecto.

Tras dicho análisis se propone la siguiente clasificación de estrategias de abuso psicológico (ver tabla). A la hora de denominar a las estrategias, se procuró en lo posible, el uso de términos que definieran cada componente del abuso psicológico por su acción abusiva, tratando de evitar el aludir a la reacción que provoca o a las consecuencias que pueden llegar a ocasionar más comúnmente.

Tabla 1: Clasificación de las estrategias de abuso psicológico aplicadas en tres ámbitos difernetes


Se propone una clasificación de seis estrategias para cada ámbito, siendo las cuatro primeras prácticamente coincidentes (se recogen aquí solamente las seis grandes categorías de estrategias, puede verse la clasificación completa en el artículo original). Las tres primeras estrategias aluden a distintos factores referidos al contexto o situación: sobre el aislamiento (1), sobre el control de la información (2) y sobre otros controles de la vida cotidiana (3). Los tres últimos abarcan los principales componentes de índole personal: los de carácter más emotivo (4), más cognitivo (5) y más comportamental (6).

Este estudio simultáneo de diversos ámbitos de aplicación del abuso psicológico, algo poco habitual desde una visión conjunta, facilita el enriquecimiento mutuo entre ellos y permite un mejor análisis comparativo de los mismos.

El resultado muestra de forma coherente un patrón común de seis grandes categorías muy similares para clasificar las formas específicas de abuso psicológico en cada uno de los tres ámbitos de aplicación estudiados. Se intenta comprender el abanico de estrategias de abuso que recorren un continuo desde lo sutil hasta lo más evidente, teniendo presente también que en cada estrategia suele dibujarse otro continuo desde las formas más indirectas a las más directas de aplicarla concretamente.

A la vista de las tres categorizaciones de abuso psicológico propuestas, se desprende una primera observación: el elevado paralelismo existente entre las estrategias de abuso utilizadas en el seno de grupos manipulativos del estilo de las sectas coercitivas, y las utilizadas en la relación violenta de pareja. En ambos casos, se persigue generalmente el sometimiento de la persona sobre la que se aplica el abuso, bien sea a la autoridad del grupo, bien al cónyuge o compañero abusador.

En ambos casos, también, se trata de relaciones en las que predomina el establecimiento de un vínculo de carácter íntimo. La diferencia notable la marca el mobbing, donde la relación tiene un carácter menos íntimo y el objetivo perseguido suele ser la exclusión del trabajador. En el entorno laboral, las formas de abuso emocional parecen no ser tan extensas y las categorías de control de la vida personal e imposición de creencias, tienen poca cabida en la mayoría de situaciones.

El denominador común del abuso en los tres ámbitos parece ser la búsqueda del aislamiento de la persona, la intervención sobre las posibles variables de su entorno inmediato y el abuso emocional hacia ella.

Algunas utilidades de esta clasificación pueden ser, por un lado, servir para desarrollar a partir de ella un nuevo instrumento de medida (uno para cada ámbito, actualmente en desarrollo); y por el otro, y de manera más inmediata, permitir una aplicación práctica de la misma, pudiendo ser usada a modo de guía de orientación para evaluar la presencia o no de abuso psicológico en un caso determinado, dentro de los tres ámbitos de estudio citados.

Cuando se habla de abuso psicológico (acoso, hostigamiento, etc.) se está aludiendo a una aplicación sistemática y continuada de las estrategias de abuso, donde será necesario comprobar el número, intensidad y frecuencia de su utilización. Futuras investigaciones han de seguir estudiando el fenómeno del abuso psicológico como tal y en sus diferentes aplicaciones, para ir introduciendo mejoras que permitan una más adecuada evaluación del mismo, necesidad reconocida actualmente tanto por los investigadores como por los profesionales.

Nota: Este trabajo es fruto del proyecto de investigación cofinanciado por el Ministerio de Educación y Ciencia y fondos FEDER con el código SEJ2004-01299.



La versión completa de este artículo puede encontrarse en el Anuario de Psicología: Rodríguez – Caballeira, A., Almendros, C., Escartín, J., Porrúa, C., Martín – Peña, J., Javaloy, F. y Carboles, J.A (2005).Un estudio comparativo de las estrategias de abuso psicológico: en pareja, en el lugar de trabajo y en grupos manipulativos. Anuario de Psicología, 36 (3), 299-314.

lunes, 14 de noviembre de 2016

"Iluminación espiritual" (Alan Watts)


"Cualquier persona que te diga que puede guiarte a la iluminación espiritual es como alguien que manotea tus bolsillos y te vende tu propio reloj"

Alan Watts

jueves, 10 de noviembre de 2016

Love Bombing (cortometraje)


"Love Bombing" (2008), interesante cortometraje inglés de Philip Lepherd y Keir Nuttall basado en la popular técnica de sensibilización afectiva empleada por grupos abusivos. 

martes, 1 de noviembre de 2016

El caso Nueva Jerusalén


El caso Nueva Jerusalén: Fundamentalismo, PRI y Estado Teocrático en México.- por Juan Manuel Otero Barrigón (escrito en 2009)

Desde hace ya aproximadamente 36 años, el Estado de Michoacán, en México, alberga en su seno una especie de microestado religioso, integrista y milenarista, en el que al ingresar podríamos tener la sensación de estar retrocediendo en el tiempo hasta la época de Jesús y sus apóstoles, sino fuera porque los hombres portan en sus cuellos vistosos rosarios que nos acercan un poco más en la historia, siendo que es sabido que dicho instrumento de oración fue producto de la tradición posterior, pero para situarnos no mucho mas allá de la Edad Media.

Y es que ingresar a la comunidad Nueva Jerusalén, o salir de ella, implica lisa y llanamente moverse entre un lado y otro de una línea que separa nuestro entrado siglo XXI de épocas en las cuales ni la televisión ni la radio existían, y donde distracciones que ya desde antaño son propias de la humanidad, en este lugar están terminantemente prohibidas, como si se tratara de un enorme monasterio a cielo abierto.

En el año 1973, una campesina del municipio de Turicato llamada Gabina Romero, le confió al sacerdote católico del pueblo, Nabor Cárdenas Mejorada, que había recibido la visita de la virgen, la cual le había asegurado que tanto él como Gabina habían sido elegidos para construir una eremita a la cual pudieran llegar los peregrinos y rezar por la salvación de la humanidad. Además, le confió que desde ese momento ambos deberían hacerse llamar Papá Nabor y Mamá Salome respectivamente, lo cual el cura aceptó como un milagro, y presuroso a seguir las indicaciones de Gabina, fundó en el cerro conocido como ‘El Mirador”, la llamada Nueva Jerusalén.

Peregrinos comenzaron a llegar, y construyendo chozas para así poder venerar a la Virgen del Rosario, se fue dando forma a lo que sería luego una comunidad regida bajo los dictámenes de Papá Nabor, siempre actuando, vale aclarar, bajo la inspiración o las expresas direcciones de la mismísima Virgen.

Nabor impuso, entre otras cosas, el uso para las mujeres de polleras largas y velos típicos de la Palestina del primer siglo, la prohibición de usar cosméticos, y la restricción para los hombres de usar el pelo largo. Había que concurrir todos los días a la misa celebrada en latín y era obligación para niños y adultos caminar rosario en mano y con un escapulario colgando del cuello. Un letrero señalaba la prohibición de encuentros amorosos entre jóvenes, y la música y los bailes quedaban clausurados, a menos que estuvieran dirigidos exclusivamente a la Virgen María del Rosario.

Papá Nabor

La comunidad contaba además, con autoridades de seguridad propias y cualquier trasgresión a alguna de estas normas era motivo suficiente de expulsión, pena intrínsecamente ligada y equivalente en estos movimientos a la condena eterna.

En el año 1981 muere Mamá Salome, la Virgen se le aparece a Papá Nabor y le propone dos posibles reemplazantes de la vidente difunta, siendo la nueva elegida María de Jesús Bautista, una ex prostituta cuya elección motivó luchas internas, persecución de disidentes que rechazaban a la nueva bendecida y hasta expulsiones de la comunidad. María de Jesús ocupó el cargo hasta el año 1989, cuando fue elegido como nuevo interlocutor de la Virgen el polémico Agapito Gómez Aguilar, quien se convertiría con el tiempo en el nuevo hombre fuerte de la comunidad.

Vale mencionar que el crecimiento del movimiento era mirado con desconfianza por la Iglesia Católica oficial, siempre prudente a la hora de dar crédito a los supuestos casos de ‘revelacion privada’ (tal sería, estrictamente, la denominación de las visiones que Mamá Salomé y Papa Nabor decían tener de la Virgen) y reacia a las tendencias claramente preconciliares y totalitarias que eran distintivas de la comunidad. De hecho, al día de hoy, y mas allá de la esperanza y los pedidos de reconversión que la Iglesia oficial ha hecho a los miembros de Nueva Jerusalén, siguen estos sin ser reconocidos como parte de la institución, y por ende, considerados cismáticos.

Las nuevas dotes de videncia de Agapito Gómez incluían ya no solo la recepción de mensajes procedentes de la Virgen, sino que además había incorporado a su repertorio mensajes emitidos por figuras como Lázaro Cárdenas, militar y ex presidente mexicano, Pío XII y John F. Kennedy, entre otros personajes históricos. Muchos no creyeron, y por lo tanto, muchos fueron expulsados nuevamente de la comunidad, que como podemos ver, no admitía divergencias de ningún tipo, característica común con otros grupos de naturaleza sectaria.

En febrero de 2008, Papá Nabor, hasta entonces líder absoluto del movimiento, falleció tras una larga enfermedad. Atrás quedaban las fallidas predicciones del fin del mundo hechas para 1980, 1988, y 1999 que hicieran Nabor y su sucesor Agapito. La comunidad, de poco más de cuatro mil habitantes (gente humilde que vive en su mayoría en viviendas hechas de madera y que se dedican fundamentalmente al trabajo de campo) contaba ya con tres seminarios y un convento para la exclusiva formación de sus sacerdotes y monjas, los cuales son conocidos con nombres de santos, pero ninguno reconocido oficialmente mas allá de los muros de la comunidad-estado, convencidos a pesar de ello de ser los verdaderos herederos de aquel cristianismo primitivo, el de los primeros apóstoles, que la Iglesia oficial había abandonado a partir del Concilio Vaticano II.

La sucesión de Papá Nabor y la elección de Agapito Gómez como fiel sucesor no estuvo por demás exenta de polémica y disidencias. Un grupo de sacerdotes y miembros de la comunidad se opusieron al nuevo líder, acusado de distintos hechos de violación a jóvenes mujeres y complicidad con el narcotráfico, y fueron expulsados. Agapito logró sin embargo salir indemne de las acusaciones por abuso, pero no pudo evitar que luego de años de complicidad y silencio por parte de las autoridades gubernamentales, finalmente se produjera a principios del año 2007, y cuando aun oficiaba de vidente, la incursión de efectivos del Ejercito al interior de la comunidad, para realizar cateos a partir de numerosas acusaciones que implicaban al movimiento en el trafico de drogas y de armas.

En realidad, la complicidad y la tolerancia del gobierno mexicano para con Nueva Jerusalén tiene motivos políticos que la vinculan especialmente con el PRI, el partido político hegemónico y gobernante durante mas de sesenta años hasta la Asunción de Vicente Fox en el 2000. 

Entrada a la Comunidad Nueva Jerusalén

Entre las revelaciones y mensajes que Agapito recibía de la Virgen, esta le pedía a los miembros de la comunidad, a través de Agapito, que votaran masivamente a ese partido político, ya que ella misma era priista. Después de todo, el PRI aportó materiales para construir viviendas en esta ciudad-Estado, y apoyó desde el silencio y la complicidad las distintas expulsiones que se sucedieron con el correr de los años. Nada es gratis en materia de política, y eso parece valer para la tierra tanto como para el cielo.

Agapito Gómez murió en septiembre del año 2008, dejando un sinfín de sospechas en torno a su persona y su entorno, salpicando muerte a partir de diversos casos de asesinatos aún no esclarecidos y dejando una comunidad dividida entre distintas facciones, y según algunos especialistas, en vías de extinción.

México es en los papeles un estado secular desde 1917, cuando se ratificó y reformó la Constitución política de febrero de 1857. Sin embargo, y pese a ello, persiste hasta hoy en Michoacán un verdadero Estado teocrático que parece cuestionar claramente el principio de laicicidad que la ley fundamental pregona. En otro orden, pareciera ser que pese a su rigorismo fundamentalista y a la presunta vuelta al ‘cristianismo de los orígenes’ que Papá Nabor y Agapito predicaron como fundamento de su comunidad, olvidaron que del primero de los diez mandamientos del cristianismo se desprende una fuerte condena al espiritismo y al dialogo con los difuntos, práctica que Agapito se jactó de ejercer como prueba de sus dotes de videncia. Pero por sobre todo, cabe preguntarnos por aquellos niños y jóvenes que viviendo en el interior de la comunidad, y a la espera de un Apocalipsis que no llega, crecen y se desarrollan aislados, sin iguales posibilidades al resto y presos de un fanatismo que no eligieron.