Sobre la preeminencia del carisma

Por Juan Manuel Otero Barrigón // Entre los mejores líderes sectarios están aquellos que se pueden definir como carismáticos. Cualidad indisociable de todo líder abusivo con aspiraciones de éxito. La palabra carisma tuvo un significado religioso cuando apareció en las versiones griegas tempranas del Nuevo Testamento. Allí, cuando Pablo se refiere a los dones espirituales, ya no hablaba en términos griegos relativos al talento artístico o musical, sino a aquellos dones de Dios traducidos en profecías, comprensión de misterios, realización de milagros, etc. Claro que, él mismo se ocupó de aclarar, lo que les da significado a esos dones no es la mera maravilla, sino el ser utilizados para ayudar a otras personas. El sociólogo Max Weber luego introdujo el término a la órbita de las Ciencias Sociales, delineando tres bases para esa autoridad que caracteriza al liderazgo en una comunidad. Estas incluían la dominación patriarcal, la definición legalista de la autoridad, y el carisma. En realidad, la dirección carismática siempre está por encima de las otras dos bases dado que se nos presenta como "ajena a toda norma o tradición". El líder carismático llega al poder como alguien a quien los demás se someten porque consideran que se trata de un ser excepcional. Sus seguidores creen que tiene cualidades superiores a las de los otros hombres, cualidades que en otros tiempos eran valoradas como sobrenaturales. Sin embargo, poco importa que estas cualidades del líder sean reales, supuestas o conjeturales. Lo importante es que los miembros del grupo se las atribuyan, identificándose el líder con el Ideal proyectado sobre su figura. El líder arroja su carisma personal contra la dignidad consagrada por la tradición, con vistas a romper su poder o forzarlo a ponerse a su entero servicio.

Sobre la tolerancia

Interesante cortometraje de Iván Ramadan sobre uno de los primeros valores en caer víctima del fanatismo. Y es que, como diría Gandhi, "El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia".

La dinámica seducción/frustración

Por Juan Manuel Otero Barrigón.// Todo líder sectario domina el arte de la seducción, usando técnicas de influencia muy sutiles que ejercen un poderoso efecto sobre las personas. Los líderes del grupo no informan claramente sobre su propia historia o sobre hechos de su vida. Reescriben y falsifican sus propias biografías. Dan poca información real sobre ellos. Hay personas que se acercan al grupo y que no sabían; sólo después se enteran, por ejemplo, del abuso sexual del que habían sido víctimas otras personas, o de las incitaciones que sus líderes ejercían sobre algunos de sus seguidores. Cuando lo captan, están ya bajo tan fuerte influencia que esto no les provoca, sorprendentemente, la repugnancia que cabría esperar de su anterior formación moral. No les provoca horror ni deseos de escapar, ni de irse. Algunos consiguen salir cuando llegan a percibir un daño personal o a un ser querido que su mente no puede ya obviar. La seducción que ejercen los grupos sectarios abusivos tiene un componente muy interesante, que es el que tan bien conocemos en psicología dinámica, que es la seducción seguida de frustración. Ambas funcionando concatenadamente, como un par. Esta no es, en realidad, una práctica exclusiva de los grupos abusivos: por ejemplo, en personalidades  histéricas con rasgos psicopáticos una de sus características es ésta: seducir a una persona y, cuando ésta se entusiasma, y se interesa, frustrarla y alejarla. Algunos no se prestan a este juego y logran apartarse de estos "seductores frustradores"; sin embargo, otros quedan atrapados en esta dinámica, deseando el momento en que la seducción reaparezca creyendo en nuevas promesas y negando la segura frustración que les espera. En los grupos sectarios abusivos, la promesa de un seguro crecimiento "espiritual" siempre queda en eso, en promesa. Porque cuando el miembro del grupo cree satisfacer las demandas del líder, cumplimiento el cual lo acercaría al fin tan deseado de asemejarse a él, sobreviene la inevitable frustración que indica la distancia infranqueable que los separa a ambos. Nunca se estará a la altura del líder, lo que quebraría la inherente relación asimétrica dictatorial que es propia de todo grupo sectario. La zanahoria permanece siempre adelante, imposible de asir. Ejerciendo su influjo hipnótico, aquel que impulsa siempre hacia adelante en pos de una ilusión, para desembocar en la decepción que señala el abismo.

"La dinastía LeBaron, entre la poligamia y la muerte"

Ervil Lebaron

"La dinastía LeBarón, entre la poligamia y la muerte",

por Juan Manuel Otero Barrigón (escrito en Mayo de 2010)

Esta semana se anunció la captura en Honduras y posterior extradición a Estados Unidos de Jacqueline Tarsa LeBaron,   la mexicana heredera del culto polígamo “Iglesia del Cordero de Dios”. Acusada de participar en varios homicidios en el contexto de una lucha de poder inspirada por motivos religiosos, Jacqueline estaba prófuga desde hacía casi dos décadas, mientras varios miembros de su familia eran procesados y condenados por la muerte de ex integrantes que habían roto con el culto.

La “Iglesia del Cordero de Dios” es uno de los tantos grupos escindidos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, más conocidos como los ‘mormones’. El pilar del mormonismo es la creencia, inspirada por Dios a su profeta fundador Joseph Smith. de que Jesucristo visitó Norteamérica para refundar su Iglesia, ante el fracaso de la primitiva comunidad cristiana de Palestina. En 1890, los mormones decidieron abolir la poligamia, una práctica que hasta entonces fomentaban, inspirados en su doctrina del “matrimonio eterno”. Según este principio, el casamiento y la familia son la característica más importante que define la vida de un mormón. En efecto, y apoyándose en la Biblia, sostenían que en determinados casos Dios había permitido a varios de sus profetas y santos mantener a más de una esposa; y el mismo Joseph Smith había reglamentado las condiciones y normas a tener en cuenta para que tales matrimonios fueran válidos. Sin embargo, la presión del gobierno norteamericano hizo que entonces los mormones, que ya se habían establecido en el estado de Utah, debieran abandonar dicha práctica a fin de poder incorporar el Estado a la Nación, y finalmente esta costumbre fue clausurada. Vale mencionar, no obstante, que según los fundamentos doctrinales, los matrimonios polígamos que se celebraron hasta aquella fecha, siguen considerándose válidos.

Joseph Smith, profeta fundador del mormonismo

Sin embargo, algunos miembros del grupo deseaban continuar con dicha práctica, y para evitar inconvenientes con las leyes norteamericanas, emigraron a México. Allí, en el estado de Chihuahua, Alma Dayer LeBaron, uno de los disidentes, se mudó con sus dos esposas e hijos y fundó una granja que paso a ser conocida como “Colonia LeBaron”. En 1951, tras la muerte de Alma, el liderazgo de la comunidad pasó a ser ejercido por uno de sus hijos, Joel LeBaron, quien inició el acercamiento a otras iglesias separadas del mormonismo. Pero uno de sus hermanos menores y segundo en la cadena sucesoria, Ervil, reclamó sus derechos de herencia, por lo que finalmente fue apartado de la comunidad. Hacia el año 1972, Ervil fundaría un nuevo grupo, “La Iglesia del Cordero de Dios”, además de ordenar el asesinato de su hermano Joel. Ya desde sus inicios, el culto incorporaba a su histórica práctica poligámica, el asesinato como segundo pilar fundacional.

Ervil cayó preso en 1974, pero gracias a un vericueto legal recuperó la libertad. Poco tiempo después, ordenó otro crimen, el del líder fundamentalista Rulon Allred, de otra iglesia disidente. En este episodio participó, además, su decimotercera esposa. Esta mujer revelaría posteriormente, a través de un libro, su experiencia en la comunidad de LeBaron, y las técnicas de manipulación psicológica que empleaba el grupo para controlar a sus miembros. Ervil LeBaron finalmente quedó detenido en Utah, cuna del mormonismo. Allí sería  procesado y sentenciado a cadena perpetua, cumpliendo tan solo dos años, ya que murió victima de un infarto en 1981.

Estando en prisión, no obstante, alcanzó a escribir un nuevo texto para el grupo, cuyo título es “El Libro de los Nuevos Pactos”. Allí puntualizaba entre sus mandamientos la orden de asesinar a los miembros más rebeldes, muchos de los cuales fueron incluidos por el mismo Ervil en una lista, entregada a los más fieles de su familia. Tres de las personas que figuraban en ella, y entre las cuales estaban una nieta de LeBaron y su hija, fueron asesinadas simultáneamente unos años después por miembros de su propio clan familiar. Los autores fueron capturados y sentenciados, con excepción de Jacqueline, que había logrado permanecer fugitiva durante casi veinte años y trabajaba como profesora de inglés.

Con su captura se cierra un nuevo capítulo en la historia de este culto, fundado por un pretendido inspirado divino a quien el psiquiatra forense Michael Stone, le dedicó el duodécimo puesto de su famoso “Índice de Maldad”(1), nada más ni nada menos que un lugar destinado a los “psicópatas sedientos de poder que mataron cuando se sintieron acorralados”. Lo más parecido, como puede verse, a la historia de su vida, y a la del grupo que supo conducir.

Michael Stone, psiquiatra

(1) serie documental de origen estadounidense, que conduce el psiquiatra forense Michael Stone, de la Universidad de Columbia. Este clasifica a los homicidas en una “escala de maldad”, que él mismo desarrolló en base al estudio de casos y expedientes, para intentar comprender la mente y las motivaciones de los perpetradores de estos actos.