sábado, 1 de diciembre de 2018

Familiares de víctimas de grupos abusivos (#1)


Por Juan Manuel Otero Barrigón // El abordaje terapéutico a familiares de víctimas de grupos sectarios abusivos supone considerar algunos aspectos inherentes al impacto que estas situaciones tienen en el grupo familiar. Se trata de un tema de suma importancia en la clínica de estos casos, por lo cual, con el correr del tiempo, le dedicaremos varias reflexiones. Uno de los puntos centrales consiste en valorar las diversas reacciones que padres, hermanos, y otras personas cercanas al círculo de la víctima, suelen experimentar habitualmente frente a estas situaciones. Fundamentalmente, dichas reacciones podrían resumirse en cinco: sensación de desamparo ("no hay nada que podamos hacer, este es un problema demasiado grande para nosotros"), sensación de aislamiento ("estamos solos, nadie puede entender realmente lo que estamos viviendo"), disgusto ("¿cómo puede ser posible que nuestro hijo nos pague de esta manera todo lo que hicimos por él?"), sentimiento de culpa ("algo muy malo debemos haber hecho como padres para estar en esta situación"), y frustración ("no podemos encontrar una solución rápida y fácil a este problema"). Comúnmente, toda familia suele identificarse predominantemente en su vivenciar, con alguna de estas cinco experiencias  ; no obstante, en algunos casos, puede reconocerse incluso más de una.  Desde nuestro lugar de terapeutas, lo importante es prestar atención, inicialmente, a la narrativa de la familia, con el fin de identificarla, ya que esto suele hablarnos de su particular modo de encarar el conflicto. Algo que, sin duda alguna, tiene suma relevancia en su estrategia de acercamiento al ser querido involucrado con el grupo, ya sea pasada, presente, o futura, por lo cual resulta clave trabajar en este aspecto para no dificultar esos intentos espontáneos de ayuda, y por supuesto también, nuestra labor de asistencia.