viernes, 19 de mayo de 2017

Huir hacia adelante


Huir hacia adelante, por Juan Manuel Otero Barrigón
(escrito a comienzos de Mayo de 2011, en correspondencia con las predicciones anunciadas por Harold Camping)

Martín Lutero, el célebre reformador cristiano del siglo XVI, decía sin haber presumido jamás de adivino o de profeta que: ”Aunque supiera que mañana el mundo fuera a desmoronarse, de todas maneras plantaría mi manzano”. Pero Harold Camping, el ingeniero civil y predicador norteamericano que desde hace meses viene bombardeando con la idea de que el fin del mundo está cerca, parece no haber tomado nota de las palabras de Lutero, y aconsejó a sus seguidores "dejar y abandonar todo" para esperar y publicitar el momento del fin.

En la tradición cristiana, las profecías apocalípticas suelen estar asociadas con la interpretación literal y fundamentalista que distintos grupos religiosos hacen de ciertos pasajes de la Biblia, especialmente del Apocalipsis, por su alto contenido simbólico. No obstante, ya en los primeros siglos del cristianismo, había tomado mucha fuerza la idea de un pronto regreso de Jesucristo, lo que con el tiempo pasó a dar forma a la doctrina teológica del Milenarismo, que posteriormente sería rechazada por la iglesia primitiva. Según esta corriente, [1]Cristo habría de volver para reinar en la Tierra durante un período de mil años, tras el cual tendría lugar la última batalla contra el Mal, la victoria de Dios y el posterior Juicio Universal.

En sus comienzos, Camping dirigió una empresa de construcción con la que ganó dinero suficiente para poder fundar a fines de los años 50' lo que hoy es Family Radio International. En poco tiempo, llegó a controlar 39 emisoras de radio. Como estudioso de la Biblia, presentaba un programa radiofónico nocturno desde su sede central en Oakland (California). En 1994, predijo en su libro “¿Está usted listo?” que el retorno de Jesucristo ocurriría en septiembre de 1994. El libro era un compendio de numerología, la cual daba como resultado 1994. Obviamente, nada ocurrió.

La fecha del 21 de mayo de 2011 fue fruto de las correcciones que Camping hizo a su supuesto análisis númerológico[2]. Sintetizando su interpretación, el 21 de mayo pasado se habrían cumplido exactamente 7 mil años del Gran Diluvio de Noé, según el libro bíblico del Génesis. Por lo tanto, este habría tenido lugar en el año 4990 a.c, que sumado al 2011 d.c – 1 nos daría 7,000 años. Cabe aclarar que, de acuerdo a Camping, hay que restar un año al pasar del Antiguo Testamento al Nuevo Testamento. Todo sea para que los números cierren.

Surge nítida, a esta altura , una contradicción de base: Camping, definido como cristiano , recurre a la numerología para predecir hechos futuros. ¿Pero como concilia dicha práctica adivinatoria con la condena explícita que formula la Biblia a toda forma de adivinación en distintos pasajes del Antiguo Testamento? (Gn 44:5, Ex 7:10, Dt 18:10, Zc 10:2).

Vale aclarar que, según este grupo, el 21 de mayo pasado no era propiamente hablando la fecha del fin del mundo tal como se difundió en los medios sino el día en que se produciría la Segunda Venida de Cristo. Según las profecías de Camping, un gran terremoto iba a ocurrir el sábado 21, a las 6 p.m. hora local, empezando por Nueva Zelanda, y alertando a la raza humana de la llegada del Día del Juicio Final, tras el cual Jesús se llevaría consigo a aquellos que lo hubieran aceptado como Mesías, tanto vivos como muertos. Esto es lo que en el lenguaje apocalíptico suele denominarse “Rapto”[3]. Para el resto de la humanidad, comenzaría un “período de Tribulación”, donde los no creyentes experimentarían 153 días de sufrimiento y caos, hasta el 21 de Octubre próximo, en el que finalmente la Tierra si habría de ser totalmente destruida. Queda claro que Jesucristo no retornó, y en todo caso el sufrimiento y el caos en el mundo siguen más o menos en los mismos niveles que hace una semana atrás.

Pero ante este nuevo fallido, Camping tuvo que responder. Y lo hizo, recurriendo a una estrategia similar a la que hace ya un siglo atrás apelara Charles Taze Russell, fundador de los Testigos de Jehová: huir hacia adelante. Russell había anunciado, basándose también en sus estudios bíblicos, que la Segunda Venida de Cristo aconteció de modo invisible en 1874, comenzando entonces el período del fin o ‘Tiempo de los Gentiles’. Transcurrido este, se produciría el restablecimiento completo del Reino de Dios en 1914 [4]. Ese año nada pasó , y tras maquillar los hechos y las interpretaciones, posteriormente los Testigos siguieron afirmando que eran las ‘señales del fin’ (que fue anunciado luego en distintas fechas) las que habían comenzado a cumplirse a partir de 1914 [5]. De manera similar, un siglo después, Camping juró no haberse equivocado en lo esencial, ya que verdaderamente lo que se vivió el 21 de mayo fue un juicio, pero ‘espiritual’. "No estamos cambiando la fecha para nada, sólo entendemos que tenemos que ser un poco más espirituales en relación a esto", afirmó.

Arriba: Harold Camping. Abajo: Charles Taze Russell

Family Radio International ya aclaró que no van a devolverse los cientos de miles de dólares que los seguidores donaron para publicitar la campaña del fin del mundo. "¿Si este no es el fin, por qué devolverlo?", argumentó Camping. Y cuando le preguntaron si pensaba disolver su compañía y sus negocios antes del Apocalipsis final, retrucó: “Si se acaba el mundo, Dios mismo los va a disolver”. Queda claro, primero están las convicciones.

[1] Apocalipsis 20: 4-5
[2] http://worldwide.familyradio.org/es/
[3] El apocalíptico es un género literario
[4] Los Testigos de Jehová en el Designio Divino, p. 57
[5] La Verdad que lleva a la Vida Eterna, c.11, p.94

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