domingo, 4 de octubre de 2020

El líder de Culto como expresión patológica de la "Personalidad Maná"

Por Juan Manuel Otero Barrigón // Maná es una palabra melanesia que remite a la cualidad mágica o numinosa de los dioses y objetos sagrados. C.G.Jung llamaba “Personalidad Maná” a aquella que encarna este poder mágico. En ese sentido, la "Personalidad Maná" representa una fase arquetípica del proceso de individuación. No obstante, también entraña el riesgo inflacionario de asimilar contenidos inconscientes autónomos, que eleven al ego de la persona al nivel de una fuerza sobrenatural. En palabras del propio sabio de Bollingen, “La Personalidad Maná es un dominante del inconsciente colectivo, el conocido arquetipo del hombre poderoso que aparece en forma de héroe, jefe, hechicero, curandero, santo, gobernante de hombres y espíritus, amigo de Dios”(*). En su forma corriente, la Personalidad Maná se tradujo históricamente en la figura del chamán, sacerdote o sacerdotisa. En tiempos más recientes y psicologizados, Jung observaba que también los médicos y/o terapeutas podían llegar a encarnar ese mismo poder. Jung advertía que hallarse dotado de Maná puede ser peligroso, ya que en ocasiones suele conducir a la megalomanía. Las personas poseídas por esta fuerza llegan a creer equivocadamente que son capaces de todo. También podría suceder que se proyecte el Maná en terceros, depositando nuestra fe en grandes líderes o jefes de “tribus”, renunciando de esta manera a la percepción de nuestro propio poder. Es en esta vía que Jung sugería que la mejor manera de controlar el Maná era trabajando en su paulatina integración a nuestra personalidad y a nuestra conciencia. No reprimirlo, y no proyectarlo, abriéndonos a la posibilidad del diálogo fecundo con la sabiduría de nuestro inconsciente. 
En nuestra práctica clínica con víctimas de grupos abusivos, observamos comúnmente como muchos líderes de Culto expresan la adulteración de este Poder/Maná, lo que desemboca en que su ego termine apropiándose de algo que en su origen no les pertenece. Las consecuencias, como enseña la historia reciente, pueden ser catástróficas. Tiempo atrás, nuestra querida amiga Laura Kohl, sobreviviente de la tragedia de Guyana (1978), nos compartía esta fotografía de su archivo personal. Allí se observan las manos de una mujer aferrándose a la túnica de Jim Jones, líder del Templo del Pueblo, durante un servicio religioso en Los Ángeles durante los años setenta. La potencia de esta imagen captura las profundas resonancias inherentes a la Personalidad Maná. Para muchos de sus seguidores, entre los principales dones del reverendo Jones, estaban los poderes de curación. De ahí que este hombre ejerciera una poderosa fascinación sobre quienes lo rodeaban. Similares son los casos de Vissarión, por estos días detenido en Rusia, y del "Maestro Amor", uno de los exponentes de nuestro guruísmo criollo, y condenado en 2014 por abuso sexual a menores. Lo importante es recordar que esta Personalidad Maná no llega a ser del todo divina, y que así como puede conducirnos a niveles superiores de consciencia, en muchos otros casos puede alejarnos radicalmente de ellos. Cerramos, nuevamente, con palabras de Jung: “(…)Tampoco creo de ningún modo que sea posible escapar de este poder superior. Sólo se puede variar la orientación para con él, evitando así el riesgo de ir a parar ingenuamente a un arquetipo y verse luego obligado a desempeñar un papel a expensas de su humanidad. El estar poseído por un arquetipo le convierte al hombre en una figura meramente colectiva; le convierte en una especie de máscara, detrás de la cual lo humano, lejos de poder desarrollarse en modo alguno, ha de atrofiarse progresivamente. (…) Si se tienen en cuenta los efectos morales de un inconsciente trastornado, efectos desoladores y de gran alcance, es preferible hablar de una venganza de dioses ofendidos. (…) Por lo tanto, conviene no perder de vista el peligro de incurrir en la “dominante” de la personalidad-Maná. Porque este peligro no sólo consiste en que uno mismo se convierta en máscara paterna, sino también en que quede entregado a dicha máscara si la lleva otro”.

📗 Fuente de las citas: Jung, Carl Gustav. "The Mana Personality" (Collected Works volúmen 7), Princeton University Press, NJ, 1966, pp 227-242.

No hay comentarios:

Publicar un comentario