sábado, 22 de julio de 2017

Síndrome de Jerusalén


Ciudad antigua, llena de historia, centro de disputas, de victorias, de conquistas, de Biblia y de personajes. Jerusalén, al principio de su historia, era una ciudad sin murallas y no tenía el significado que tiene hoy.

por Gina Halabe

Estudios y escritos históricos muestran cómo desde Abraham se habla de la ciudad. Y la historia va hasta la conquista de Jebusea (nombre que se le daba entonces) por David, quien convirtió a la ciudad en la capital de su reino y la renombró “Ir David” (Ciudad de David) ; posteriormente el sucesor de David, su hijo Salomón, amplió la ciudad moviendo sus murallas y construyendo el Primer Gran Templo de los judíos.

Luego fue la capital del reino de Yehudá, cuando tras la muerte de Salomón el reino de Israel se divide en dos, luego vienen las conquistas de diferentes grandes imperios y los exilios del pueblo, dejando a Jerusalén como una ciudad destruída. Posteriormente, gracias a los reyes persas Dario y Ciro se permite el retorno de los judíos a la gran ciudad y su reconstrucción. Pero es con los romanos que la ciudad nuevamente se queda como una ciudad destruida y el orgullo e identidad de los judíos se pone en juego.

La ciudad ha pasado por diferentes conquistas y conflictos, no solamente desde la época antigua o la época bíblica.

Se convirtió en el centro de las 3 grandes religiones, la judía, la musulmana y la cristiana. Para muchos es el centro del mundo. Despierta grandes pasiones en los más creyentes y las más grandes emociones, llevando a algunos a tener alucinaciones.

El Síndrome Jerusalén es una enfermedad mental generada por la emoción, la pasión y la nostalgia que despierta la ciudad en los más apasionados, haciendo que se presenten alucinaciones, las personas actúen o se sientan algún personaje bíblico y que incluso prediquen públicamente según mensajes de la Biblia.


Para los judíos que padecen esta enfermedad los personajes del Antiguo Testamento y los mensajes del mismo para ser predicados son muy recurrentes, y para los cristianos lo son los del Nuevo Testamento. Llega a tal punto la enfermedad que las personas que lo padecen van vestidos como en la época antigua, con túnicas.

Los psiquiatras dicen que es un comportamiento totalmente melodramático público, pues a veces su vestimenta la improvisan con sábanas del hotel donde se hospedan, ¿se pueden imaginar?

Una turista irlandesa acudió al hospital de Jerusalén diciendo que iba a dar a luz a Jesús, pero no estaba embarazada; o un turista canadiense que se creía Sansón e intento romper con los puños los bloques del Kotel, el Muro de los Lamentos.

Esta es una enfermedad que según Moshé Kalian, un experto en el tema, viene acompañada de un antecedente en los pacientes que la padecen en su país de origen y Jerusalén es el escenario donde surgen las alucinaciones.

Cada año el Ministerio de Salud de Israel reporta alrededor de 50 casos del síndrome Jerusalén.

La mayor parte de los pacientes que sufren esta enfermedad son atendidos en el Centro de Salud Mental Kfar Shaul y al terminar su tratamiento regresan a sus países de origen como si nada hubiera pasado. Así de sorprendente y temporal resulta este síndrome, que convierte a Jerusalén en el centro de las pasiones más fuertes.

(Texto extraído de: https://www.enlacejudio.com)

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