Por Juan Manuel Otero Barrigón // En su novela “El señor de la luz”, Roger Zelazny hace decir a uno de sus personajes: “Cuando no tenemos esperanzas verdaderas, hay que acuñar esperanzas falsas. La moneda falsa a veces circula bien”. Tanto o más que ayer, hay mucha moneda falsa en el guruísmo contemporáneo. El asunto es que las generalizaciones no suelen ayudar. Es por eso que es en nuestra habilidad para discernir y diferenciar, donde se juega la apreciación más sólida, la autonomía madura de criterio, y el pensamiento crítico necesarios para no caer bajo el hechizo de los mercaderes de ilusiones en el supermercado espiritual.
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